Nuevas tecnologías, ¡adelante, cum iudicio!
autor: Flavia Pecorari
fecha: 2013-03-22
fuente: Nuove tecnologie: adelante, cum iudicio!
Libertà di educazione (Libertad de educación), Cuaderno 34
traducción: Renzo Firpo

Innegablemente el mundo de la escuela ha sido revitalizado por la introducción de las nuevas tecnologías (N.T. tecnologías de la información), con sus múltiples dispositivos que, desarrollan recorridos didácticos eficaces y favorecen la reorganización del aprendizaje. Pero la red ha invadido también el mundo de la formación de los docentes con una nutrida oferta de portales en donde encontrar informaciones y aplicaciones, además de haber abierto el debate entre colegas. Pero a estos instrumentos no se les puede pedir lo que no pueden darnos: es decir, reemplazar la persona del docente en su irrenunciable tarea de educar y dejarse educar por la persona del estudiante.

En los últimos años el utilizo cotidiano de las tecnologías digitales interconectadas se ha convertido en una experiencia común en cada uno de nosotros.
Encontrar información en tiempo real sobre cualquier argumento, participar a una videoconferencia, hacer una conversación con Skype o publicar las imágenes de nuestras vacaciones en Facebook después de quizás haberles hecho un retoque con Photoshop, son acciones que se han vuelto una costumbre para tantos. Podemos elegir qué ver o escuchar en red, guardar contenidos, modificarlos y reutilizarlos en otros contextos: el web, con sus fuentes ilimitadas de información, delinea un nuevo horizonte del conocimiento actualizado y enriquecido desde cualquier lugar y en cualquier momento en donde experimentamos la cercanía de mundos conceptuales y relaciones espacial y temporalmente lejanas. En síntesis: el contacto con un nuevo lenguaje de tipo inmersivo, hecho de imágenes, sonido y texto, han enriquecido nuestra experiencia real con las tantas facetas de la dimensión virtual.
También el mundo de la escuela, aunque en forma no metódica, ha sido tocado por el énfasis de las nuevas tecnologías que han revitalizado, fortalecido y, a veces, reemplazado, los laboratorios informáticos (n.t. laboratorios informáticos colegiales/escolares).
Los actuales dispositivos digitales pueden ser utilizados eficazmente en los recorridos didácticos de enseñanza. Nos habrá ocurrido observar que una presentación bien articulada, enriquecida con explicaciones verbales provista de ayuda audio y vídeo, favorece y refuerza el aprendizaje de los estudiantes. Un instrumento simple como la webcam puede documentar interesantes acontecimientos artísticos creados por los estudiantes o bien convertirse en inteligente apoyo para la propia autoconciencia profesional mirando posteriormente la actividad didáctica desarrollada en clase; los mismos contenidos, cargados en Moodle (n.t. Ambiente Educativo Virtual ) o mandados directamente por la PDI (n.t. Pizarra Digital Interactiva), pueden poner al día los conocimientos de los ausentes de ese día. ¿Por qué no iniciar una reflexión escrita seleccionando una vivencia o una poesía presente en un Webinar de YouTube? El videoclip de una película puede servir a integrar o contextualizar un argumento histórico o literario in modo ampliamente eficaz. La red conserva, además, programas de simulación sobre las más distintas disciplinas, de la contabilidad al estudio de funciones. ¿Por qué no utilizar uno de los varios dispositivos (n.t. aplicativos) para compartir contenidos presentes en el Ipad para relacionarse con otros estudiantes de otras regiones de Italia o del mundo compartiendo la actividad o el idioma? Es lo que está ocurriendo entre algunas escuelas en red de las islas italianas.

Nuevas oportunidades

En red además es ilimitado el número de sitios de donde descargar aplicaciones y herramientas. ClassMarker permite preparar test-online; MindMeister, construye mapas mentales útiles en el brainstorming. Diigo es un servicio que permite tomar notas online y compartirlas en grupo además de marcar el texto dentro de un sitio. Fleck permite crear blocs de notas (n.t. post-it) que pueden ser posicionados en cualquier lugar de la pantalla. Las notas pueden ser también reducidas a una lista por puntos, que se extienden una vez clicadas. Existen sitios que nos ponen al día regularmente sobre las aplicaciones más usadas en la escuela. Y Google Translator nos ayuda en las traducciones.
El empleo del web y los aparatos digitales, usados tradicionalmente como canales de información, se están transformando velozmente en instrumentos del hacer acercando la experiencia didáctica al modelo de escuela-laboratorio: una perspectiva de trabajo en la que el decir y el hacer, el momento teórico y el práctico de las aplicaciones, pierden su habitual lectura y abren nuevas oportunidades de reorganizar el aprendizaje, de superar las distancias entre las disciplinas para llegar a la ideación y realización de nuevos productos culturales. La PDI es un ejemplo de esto. Mucho más simple, sin el uso de sofisticadas tecnologías, un conocido programa como Movie Maker puede ser utilizado para crear la presentación de un argumento comentada por la voz de los estudiantes y documentada con imágenes o tablas de Office. El mismo archivo de los productos digitales en determinadas carpetas se convierte en un recorrido de la actividad realizada y un modo alternativo de examen de los conocimientos.

La lección de la Khan Academy

También un blog, que se descarga gratis en red, puede convertirse en una modalidad simple para documentar en el tiempo la evolución de un trabajo de grupo de una clase dividida por tareas. Una experiencia que ha marcado un viraje en la transformación de la didáctica es aquella que ha dado inicio al principio de la flipped classroom. Por casualidad en 2004 Salman Khan, un matemático que trabaja en finanzas y vive en Boston realiza un pequeño curso de matemáticas para sus primos que habitan lejos, en New Orleans. En resumen él elabora una serie de aplicaciones simples que permiten a los primos seguir desde lejos las clases a través de YouTube y descubre que cientos de personas se están conectando a estos recursos gratuitos presentes en la red. La experiencia se consolida tanto que en 2010 Bill Gates y Google fundan la Khan Accademy, un banco de contenidos digitales que cuenta casi 6 millones de visitadores al día. La presencia de recursos digitales en red le permite al docente invertir el orden de la lección: presentar el argumento a tratar dejando en manos de los estudiantes las palabras claves y las fuentes digitales seleccionadas donde hallar los contenidos. Adquiridas las informaciones en fase preparatoria, la lección en el salón de clase se concentrará en las preguntas o en las dificultades encontradas por los estudiantes, es decir sobre el problem solving, sobre la profundización o la recuperación. La lección a posteriori ofrece la ventaja de un mayor tiempo dedicado a personalizar el aprendizaje.
La red también respalda una parte de la formación de los docentes en el uso de las tecnologías. Una fuente inagotable de blog y sitios permite al docente hallar ejemplos de buenas prácticas escolásticas, descargar aplicaciones y seguir la actividad de formación en e-learning. Las mismas casas editoriales, con la llegada del libro de texto en formado electrónico, están equipado con adecuados talleres para la enseñanza y con archivos de contenidos digitales actualizados. Además las sociedades informáticas que venden a las escuelas software de formación integran los servicios gestionales con contenidos didácticos.
Rica es la oferta de portales internacionales como la plataforma streaming TED, o portales a tema como TES completamente orientado a la historia, en donde es posible encontrar miles de informaciones y aplicaciones, además de espacios de discusión entre colegas, incluso oportunidades de trabajo.

Con una doble prospectiva

Este variado abanico de oportunidades del digital merece una reflexión conclusiva. Una literatura cada vez más amplia tiende a decir que las nuevas tecnologías unidas a la digitalización del saber hacen accesible el conocimiento en todo lugar y en cada momento incentivando a los estudiantes en los aspectos de colaboración, interés, interacción y facilitación en la creación de contenidos. Estos elementos contribuirían a desagregar el modelo tradicional de transmisión del conocimiento focalizado en el papel del docente e inaugurarían una escuela centrada sobre el aprendizaje autónomo de los nuevos nacidos digitales.
La prospectiva ofrecida es fácilmente contestable porque un sujeto puede ser educado sólo por otro sujeto y los aparatos tecnológicos no forman parte de esa categoría.
La educación se basa en acciones personales, sobre elecciones y decisiones que responden a convicciones, intuiciones subjetivas y comprensiones del contexto. La atención educativa, focalizada en un recorrido de planeamiento de objetivos y métodos, necesita de una reflexión del docente en una doble prospectiva: sobre las operaciones, pero también sobre sí mismo y sobre el propio actuar.
Y si el profesor mismo no es un conjunto de competencias tampoco la enseñanza puede tener como resultante una impersonal estratificación de competencias. Fijar la atención exclusivamente sobre el aspecto cognitivo del estudiante quiere decir no reconocer la integridad hecha de pensamientos, de disposiciones interiores, de intenciones y de comportamientos. Convertirse en promovedores del cambio quiere decir saber reconocer las experiencias privilegiadas que abren la inteligencia y el corazón de los estudiantes distinguiendo correctamente entre experiencia y experimentalismo vacío. El docente, es decir, tiene que tener cuidado con no sobreexponer la dimensión instrumental de la didáctica asignando a aparatos cada vez más sofisticados y atractivos una función salvadora del recorrido educativo. El uso de la dimensión instrumental necesita la participación y la aceptación de parte de los estudiantes de la metodología y una adecuada calibración de los tiempos de modo tal que los contenidos no se pierdan y se mantenga un equilibrio en que la componente metodológica no vaya a subyugar aquélla cultural porque el efecto indeseado podría ser el de debilitar, en lugar de reforzar la identidad de la profesión del docente.
El docente, además, es un profesional y una persona en continua evolución que acompaña el recorrido del sujeto que está en formación cultivando personalmente el equilibrio virtuoso entre el saber profesional antiguo renovado y reconfigurado por la comparación con el nuevo, entrelazados armoniosamente al saber personal. Este último aspecto hace ver que la propia dimensión cultural tiene que ser alimentada continuamente en dirección de una síntesis virtuosa entre el propio recorrido de profesionalización y el plan del propio crecimiento personal.

Referencias bibliográficas
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